
En el episodio de hoy vamos a hablar sobre un tema un tanto peculiar. Ya teníamos ganas de abordar la problemática de los fraudes pero no desde la óptica del consumidor (que es desde donde casi siempre se afronta este tema), sino desde la escasa protección y vulnerabilidad que sufrimos los anfitriones a la hora de ser víctimas de estafas o malas intenciones.
¿Cómo podemos evitar fraudes por parte de los huéspedes?
Existen muchísimas maneras de caer en la telaraña de algún estafador. En el episodio de hoy queremos revelar las más comunes que afectan al sector de alojamientos turísticos para que podamos identificarlas a tiempo. ¡Adelante con los fraudes más utilizados!
El primero que casi siempre funciona, se produce cuando recibimos la transferencia a nombre de otra persona de la que está reservando el alojamiento. Hay que tener mucho cuidado porque pueden alegar que es un regalo de algún familiar o amigo y lo harán siempre de una forma muy cordial. Hay que sospechar cuando alguien realiza un pago a nombre de otro porque el fraude se puede estar produciendo sin que el titular sea consciente. El origen podría ser ilícito porque se podría estar pagando desde una tarjeta robada o clonada y después tendremos los pertinentes problemas con el banco cuando el titular se percate y denuncie el cobro.
El segundo fraude también muy utilizado, se efectúa cuando nos pagan mediante una transferencia y nos envían el resguardo con normalidad pero han pagado de más. Rápidamente se pondrán en contacto con nosotros avisando de que se han equivocado y, después de comprobar que es cierto, te pedirán si les podemos devolver la diferencia. Si aceptamos devolver esa parte del dinero y lo realizamos con toda la buena fe del mundo, te arriesgas a que justo después de emitir la transferencia, ellos cancelen la transferencia original. Quedándose con su dinero y el tuyo. Podríamos recordarles que después de realizar una transferencia existe un tiempo establecido para poder cancelarla sin ningún problema con el banco o que podrían cancelar la reserva y volver a realizar una nueva si se dieran las condiciones.
El tercer fraude está cada vez más extendido. Empieza con la llegada de un email con demasiada información sobre los motivos del viaje, los integrantes de la familia, el porqué deben visitar nuestra zona, etc. Este posible fraude corresponde a bandas criminales internacionales que se hacen pasar por viajeros nacionales pero al no dominar el idioma en el mismo email habrá muchas faltas de ortografía y de gramática. Realizan transferencias que son falsas o hechas a última hora, y entonces aplican uno de los dos posibles fraudes anteriores. La diferencia es que generan previamente un clima de confianza y nos hace empatizar con ellos.
Para identificar el cuarto fraude debemos estar atentos porque se intentará llevar a cabo de una forma muy rápida. Éste se produce cuando recibimos una reserva a última hora para entrar en el alojamiento el mismo día y para una estancia muy corta de uno o dos días, tres como máximo. ¿Porqué? Porque el defraudador pretenderá hacer la transferencia el mismo día, mostrar el comprobante y cancelar la transferencia. Una vez que nos demos cuenta, ya se habrá marchado. Se suele producir este tipo de fraude, porque normalmente nos ofrecerá pagar fuera de la plataforma online. Nos estará engañando porque creeremos que ganaremos más dinero al ahorrarnos las comisiones de reserva y para cuando nos demos cuenta, el defraudador te dejará sin el dinero. ¡Cuidado porque ésta práctica es muy habitual!
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